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Maule y Valparaíso obtuvieron primer lugar en la décima versión de los Premio Aporte Urbano

 

Nivel Nacional,

02/12/2024 12:00:00 El Teatro Municipal de Constitución, como mejor proyecto de Equipamiento o Uso Mixto, y la iglesia y convento San Francisco del Barón, como mejor Intervención Patrimonial, ganaron en sus respectivas categorías, destacando como iniciativas de gran contribución a la ciudad y a la comunidad cercana.

<b>Maule y Valparaíso obtuvieron primer lugar en la décima versión de los  Premio Aporte Urbano</b>

Con la participación del jefe de la División de Desarrollo Urbano del Minvu, Vicente Burgos, el vicepresidente de la Cámara Chilena de la Construcción Orlando Sillano, el Director del PAU Cristóbal Prado, y el subdirector de Arquitectura del MOP, Martín Urrutia, entre los representantes de las entidades coorganizadoras de este reconocimiento, este jueves 28 de noviembre se realizó la ceremonia de premiación en la que se anunció a los cinco proyectos ganadores de la versión 2024 del Premio Aporte Urbano (PAU). Este año, el certamen recibió un total de 64 propuestas provenientes de diversas regiones del país, las cuales postularon a una de las cinco categorías: Densificación Equilibrada, Integración Social, Equipamiento o Uso Mixto, Espacio de Uso Público e Intervención Patrimonial. 

Tras un proceso de rigurosa selección, realizado por un jurado compuesto por representantes del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, el Colegio de Arquitectos, la Asociación de Oficinas de Arquitectos, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios, el Ministerio de Obras Públicas y la Cámara Chilena de la Construcción, se eligieron 15 propuestas de las cuales dos de las ganadoras fueron proyectos ejecutados por la Dirección de Arquitectura.

En la categoría Mejor Proyecto de Equipamiento o Edificio de Uso Mixto, el máximo reconocimiento fue para el proyecto Teatro Municipal de Constitución. Tras recibir este premio, el director regional de Arquitectura del Maule, Rodrigo Aravena, destacó que “para nosotros, como Dirección de Arquitectura, siempre es grato recibir este tipo de reconocimientos, especialmente en una ciudad donde este era el proyecto que faltaba para terminar un proyecto súper complejo que fue el terremoto de 2010 y hoy, este edificio viene a consolidar ese casco urbano, la plaza y sus alrededores. Por lo tanto, es relevante y muy reconfortante que pueda ser premiado porque, es además, un edificio que se abre a la comunidad y eso es lo más valioso”.

El teatro tiene un diseño que siguió el concepto de una “caja dentro de otra caja”, donde la estructura interior alberga el teatro y la exterior, de madera, representa la tradición local. Su capacidad es para 500 personas y cuenta un escenario que incluye un foso de orquesta, tramoya y áreas para eventos. La sala principal se construyó por debajo del nivel del suelo, integrándose al entorno y mejorando el acceso. Además, sus aperturas profundas favorecen la ventilación, luz natural y eventos al aire libre, permitiendo recibir hasta 3.000 personas. La consultoría del proyecto estuvo a cargo de los arquitectos Alejandro Aravena y Juan Cerda de ELEMENTAL.

Cabe destacar que en esa misma categoría, de Equipamiento o Edificio de Uso Mixto, también fue finalista el proyecto de construcción del Hospital Intercultural de Lonquimay, de la Región de la Araucanía.

Mientras que en la categoría Mejor Proyecto de Intervención Patrimonial, el primer lugar fue para la Restauración de la iglesia y convento San Francisco del cerro Barón. Alejandra Vio, directora regional de Arquitectura en Valparaíso recalcó que “este es un reconocimiento a un trabajo de largo tiempo, de muchas personas, sobre todo muy significativo para la comunidad que recuperó un espacio público, un espacio religioso y un espacio de integración”, agregando que “en términos técnicos, también es un reconocimiento a un proyecto que mejora las condiciones iniciales y pone en valor lo que quedó después de los incendios, realizando un contraste entre lo antiguo y lo nuevo, mejorando las condiciones de seguridad para el resguardo del edificio a futuro”.

Tras el devastador incendio en 2013, la reconstrucción se centró en recuperar su espacialidad original. La atmósfera solemne se destaca por su estructura amplia, con un cañón central y cielos planos en las naves laterales, acentuados por la iluminación natural y artificial que resalta el altar y el bautisterio. En el interior, se emplearon maderas y pavimentos claros, mientras que la fachada de ladrillo histórico se mantuvo intacta. El convento y el patio central conservaron su carácter austero original, con intervenciones contemporáneas para mejorar los servicios y la relación con la comunidad. La consultoría del proyecto estuvo a cargo de Martin Schmidt Radic Arquitectos Asociados.